La crisis deja libres el 21% de las plazas privadas en las residencias de ancianos de León
Publicada el 29.01.2014
Los mayores vuelven a casa.
La crisis económica, con un aumento del desempleo, y la reducción de la ayudas a la dependencia, son la causa de que cada vez más familias opten por cuidar a sus mayores en casa y no soliciten una plaza en una residencia. Así lo constatan los datos de la Federación de Castilla y León de Residencias de la Tercera Edad (Acalerle), de la que forman parte 14 centros en León con 923 plazas residenciales. La coordinadora de Acalerle de León, Belén Giraldo, asegura que a finales de año las residencias de la provincia tenían un 21,2% de sus plazas libres. «La gente ya no llama para interesarse», asegura, una tendencia que se ha notado de manera significativa en los últimos dos años. Las familias están en paro, con más disponibilidad para cuidar a los mayores, que colaboran en los gastos de la casa con su pensión. Un estudio de UGT sitúa al 41% de los pensionistas de León por debajo del umbral de la pobreza. Es decir, 56.000 jubilados leoneses no superan los 600 euros de pensión. Muy lejos de los 1.100 ó 1.500 euros de una plaza en una residencia.
Más dependientes
El perfil del residente también ha cambiado. Hasta hace poco la estancia media de los mayores era de diez años, personas válidas que optaban por vivir en una residencia «pero ahora el perfil es casi exclusivamente de personas que llegan con un estado de salud muy deteriorada, dependientes, que ocupan las plazas concertadas, con ayudas, con una estancia media de cinco meses. Cada vez se retrasa más el ingreso en una residencia a no ser que sea una situación límite», asegura Giraldo. «El que ingrese una persona válida ahora es un acontecimiento», dice.
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha reducido un 25% las plazas concertadas en todos los centros desde hace un año. «Dijeron que bajaban el número de plazas en lugar de pagar menos por ellas». Giraldo afirma que, al contrario de lo que ocurre en otras comunidades, Castilla y León paga puntualmente el coste de las plazas de la residencia y los centros han optado por ajustar los precios pero aún así mucha gente no se la puede permitir».
El coordinador de la Asociación de Residencias sin Ánimo de Lucro (Lares), David Gil, asegura que los diez centros de los que disponen en León, con 719 plazas para personas mayores, también han notado el cambio de perfil del usuario, aunque la labor «de atención a las personas más vulnerables» a las que se dedican, hace que no dispongan de plazas libres. «Hemos notado, con carácter excepcional, que alguna familia ha sacado a su mayor por el tema de crisis, pero no es habitual. Algunos de nuestros centros siguen teniendo lista de espera de una media de diez o quince personas». La plaza en una de las residencias de la asociación, que atiende a personas con escasos recursos, está entre los 600 y los 900 euros. «Cada vez atendemos a personas más dependientes, con ayudas. Pero si la personas es válida y no le llega con su pensión hacemos un estudio para evaluar su situación social. Acogemos a gente que no pueden pagar el precio real de la plaza».
FUENTE: http://www.diariodeleon.es/