ESTRÉS Y CAMBIOS COGNITIVOS ASOCIADOS AL ENVEJECIMIENTO
Publicada el 25.04.2014
VANESA HIDALGO / LABORATORIO DE NEUROCIENCIA SOCIAL COGNITIVA. UNIVERSIDAD DE VALENCIA
En los países desarrollados se está produciendo un acelerado proceso de envejecimiento de la población debido al aumento de la esperanza de vida como consecuencia de la mejora en los servicios sanitarios, en la higiene y en la alimentación. Concretamente, en España se estima que para el 2050 el 35% de la población será mayor de 65 años. Sin embargo, no todas las personas, a pesar de vivir más, lo hacen en buenas condiciones de salud y con calidad de vida. La investigación al respecto ha demostrado que factores genéticos, biológicos, sociales y relacionados con el estilo de vida, pueden promover el desarrollo de un envejecimiento saludable, es decir, sin problemas importantes de salud e independencia o, por el contrario, un envejecimiento patológico, con problemas graves de salud y, por tanto, con pérdida de esta independencia. En este contexto, las enfermedades asociadas al envejecimiento, sobre todo las enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias, están recibiendo una importante atención por el elevado coste personal, social y económico que suponen.
Entre los factores protectores y facilitadores del desarrollo de un envejecimiento saludable se encuentran: el nivel educativo, el mantenimiento de una estimulación cognitiva continuada, el desarrollo de actividad física moderada y sostenida en el tiempo, el mantenimiento de buenas redes sociales y de una alta estimulación social, y, por último, una buena alimentación. Por el contrario, un factor que en la actualidad está recibiendo una especial atención como factor propiciador del desarrollo de un envejecimiento patológico es el estrés. El estrés por sí mismo produce daño neurobiológico por lo que se considera una de las causas del deterioro cognitivo asociado al envejecimiento. En este contexto, el objetivo principal del PROYECTO MNEME (Proyecto de Investigación llevado a cabo por el Laboratorio de Neurociencia Social Cognitiva de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia) es estudiar el estrés como factor determinante de las diferencias individuales asociadas al envejecimiento. Para ello, en los últimos años hemos investigado los efectos que tiene la respuesta de estrés a nivel psicológico, conductual y fisiológico sobre la memoria de las personas mayores.
En resumen, los resultados obtenidos hasta el momento confirman que tanto características de la persona, como son la edad y el sexo, el tipo (memoria declarativa, no declarativa, de trabajo), y la fase de memoria evaluada (aprendizaje, consolidación y recuperación), el tipo de material a recordar (neutro, negativo y positivo), así como el biomarcador de estrés estudiado (cortisol, alfa-amilasa, respuesta de cortisol al despertar) son factores críticos para poder comprender la relación entre el estrés y los cambios cognitivos asociados al envejecimiento.
FUENTE: CREA