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EL CLUB DE LOS 210 AÑOS. CLAVES PARA SER MAYORES Y FELICES
Publicada el 23.03.2015
Sólo un estilo de vida saludable nos va a permitir vivir esta etapa de la vida con calidad y de una manera activa.
Los españoles somos cada vez más longevos. Las mujeres españolas tienen la más alta esperanza de vida de la Unión Europea, con 87 años, mientras los varones españoles alcanzan los 83, superando la media alcanzada por la Europa de los 25, según la Fundación de Cajas de Ahorro. Esto nos hace los candidatos ideales para pertenecer al club de los 120 años, creado por AMECA, una ONG médica caribeña, para agrupar a las personas que han decidido vivir ese tiempo con calidad de vida y ayudarles a conseguir sus objetivos.
Desde los tiempos bíblicos, la larga vida se ha considerado una bendición del cielo y así lo es si se vive en salud. Sin embargo, en España, 1,1 millones de personas mayores empiezan a sufrir algún grado de discapacidad y el gobierno prepara la Ley de Dependencia para abordar el cuidado de los afectados por este problema.
¿Podemos hacer algo para que este tiempo regalado, progresivamente libre de obligaciones laborales y familiares sea tiempo de vida en salud, de disfrute y calidad de vida y no tiempo de dolor, enfermedad y dependencia? ¿Podemos conseguir la eterna juventud? Alejandro, en su momento el hombre más poderoso de la tierra, buscó inútilmente el secreto, aunque halló otro camino para escapar de la vejez: murió a los 33 años. Y lo mismo buscaron los cátaros, los alquimistas, el Doctor Fausto y Ponce de León en las Américas. Hoy el elixir de la eterna juventud se llama hormonas, como la del crecimiento o la DHEA; productos milagro, como los concentrados de soja o la jalea real; dietas, como la hipocalórica; cirugía estética, antioxidantes, células madre, terapia génica. Por el momento siguen siendo prometedoras líneas de investigación y una promesa de futuro en algunos casos y en otros un engaño o un autoengaño.
Sólo un estilo de vida saludable nos va a permitir vivir esta etapa de la vida con calidad y de una manera activa. No existe fórmula mágica. Disfrutar de la vida, hacer ejercicio, dormir bastante y bien, una alimentación equilibrada, estar conectado, cumplir viejos sueños, reforzar los lazos con la pareja, los hijos, hermanos, nietos y amigos, participar activamente en la sociedad, ser solidario y ayudar a los demás, ahora que hay tiempo y utilizar la sabiduría atesorada a lo largo de toda una vida y de muchos siglos de cultura, estas son las claves.
Sólo una actividad nos permite llevar a cabo casi todos los consejos anteriores de una manera placentera: el sexo. La práctica sexual es la actividad fisiológica que más influye en el ánimo y en el bienestar de la persona. Es el mejor antidepresivo que existe. Y eso a cualquier edad. Recientes investigaciones prueban que el sexo nos hace más longevos y es la mejor actividad antienvejecimiento. El sexo ayuda a disfrutar de la vida, es un ejercicio saludable para el que no hace falta un equipo especial ni pagar un gimnasio, mejora el apetito, tiene un efecto relajante que ayuda a dormir mejor, mejora la comunicación con la pareja, puede ayudar a hacer amigos. El sexo reduce el exceso de colesterol en el cuerpo y estimula la producción de testosterona, por lo que fortifica los huesos y músculos, además de aumentar el deseo. Debido a la liberación de la hormona DHEA, practicar el sexo mejora el sistema inmunológico, por lo que previene enfermedades; produce la segregación de endorfinas, unos analgésicos naturales, ayuda al individuo a resistir mejor el dolor, reduce el estrés y aumenta la sensación de relajación y bienestar. He aquí un buen camino para ingresar en el club.FUENTE: Artículo publicado en el diario Las Provincias.
